Muchas instituciones financieras quieren contribuir a una sociedad más sostenible. Sin embargo, muchas veces no es fácil saber cómo empezar.

El 22 de septiembre de 2019, durante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, se elaboró un documento que incorporó los Principios de Banca Responsable, impulsados y pensados como buenas prácticas, de aplicación voluntaria, por un grupo de bancos a través de la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Su objetivo es guiar a un banco a alinear su negocio a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (“ODS"), basado en lo siguiente:

Principio 1 - Alineamiento: consiste en que el banco alinee su estrategia comercial para contribuir y ser coherente con los ODS. Para ello, las personas que se encargan de la estrategia de la institución (directorio, gerencia y comités), deben:

   -Saber qué son los ODS, conocer el Acuerdo Climático de París, los Principios Rectores de la ONU sobre negocios y Derechos Humanos además de marcos normativos nacionales y regionales relevantes; y cómo la institución, a través de sus negocios, puede contribuir a éstos;
   -Concentrarse en los ODS más relevantes para el contexto operativo del banco; y
   -Usar esos ODS como marco para evaluar y adaptar su estrategia y acciones.

Principio 2 – Impacto y la fijación de objetivos: consiste en aumentar los impactos positivos y reducir los impactos negativos; gestionando los riesgos que resultan de las actividades, productos y servicios.

Para ello, los bancos deben evaluar los riesgos e impactos en las tres dimensiones de la sostenibilidad (ambiental, social y económica). Ello comprende su cartera y sus transacciones.

Los objetivos que se fije la institución deben ser:

-Específicos: qué actividad es el objeto de las metas, cómo se relacionan los objetivos y las metas con los ODS identificados, qué mejoras se buscan en el desempeño y en el impacto.
-Medibles: cómo se mide o evalúa el desempeño y el impacto.
-Realizables
-Pertinentes: centrarse en las áreas donde el banco tiene el mayor impacto.
-Limitados en el tiempo: los plazos deben ser al menos tan ambiciosos como los expresados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Principio 3 – Clientes y Usuarios: trabajar responsablemente con clientes para fomentar prácticas sostenibles y permitir actividades económicas que generen prosperidad sostenible.

Los bancos tienen una posición clave para fomentar prácticas sostenibles y acompañar a sus clientes y usuarios en su transición hacia modelos comerciales y tecnologías más sostenibles. Las finanzas sostenibles son una herramienta muy potente para lograr estos objetivos.

Principio 4 – Partes Interesadas: consiste en consultar, interactuar y asociarse de manera proactiva y responsable con las “partes interesadas” (stakeholders) relevantes para lograr los objetivos.

Para lograr este principio, los bancos pueden:

   -Identificar las partes interesadas externas clave como gobiernos, proveedores, clientes, inversores, instituciones de la sociedad civil y organizaciones sin fines de lucro; prestando atención a quienes se ven influenciadas por los impactos indirectos de la institución.
   -Identificar aquellas áreas donde la colaboración podría ayudar a lograr resultados más allá de lo que la institución podría ofrecer por sí sola.
   -crear alianzas para ofrecer soluciones para una producción y consumo sostenibles más allá de la base actual de clientes y usuarios del banco.
   -Consultar e involucrar a todas las partes interesadas para que puedan expresar sus expectativas con respecto a los impactos, la estrategia, los objetivos del banco y el papel que puede desempeñar su banco para impulsar la sostenibilidad.

Principio 5 – Gobernanza y Cultura: Consiste en implementar un gobierno corporativo efectivo para cumplir con los Principios. Para ello, es necesario:

   -Asignar roles y responsabilidades claros y específicos al directorio, gerencias y jefaturas con respecto a la agenda de sostenibilidad del banco y asignar recursos adecuados
   -Capacitar en los temas ambientales, sociales y económicos relevantes para el banco, como cambio climático, deforestación, contaminación, biodiversidad, derechos humanos, igualdad de género.
   -Contratar especialistas para capacitar sobre estrategias, políticas y herramientas de ESG

El asesoramiento legal se torna fundamental para lograr este Principio: la composición y forma de elección de las autoridades, los mecanismos de remuneración, los controles internos, y la adopción de la estrategia ESG.

Principio 6 – Transparencia y Responsabilidad: Revisar periódicamente la implementación individual y colectiva de los Principios y publicar de manera transparente y responsable los impactos positivos y negativos y la contribución a los ODS.

Contexto en Paraguay
El Banco Central del Paraguay (“BCP”) incorporó estos principios desde el 2018, en la guía para la gestión de riesgos ambientales y sociales que rige para bancos y entidades financieras en dicho país. Esta guía expone un conjunto de lineamientos mínimos que permite diseñar un marco para la efectiva gestión de riesgos ambientales y sociales, de modo a promover la implementación de buenas prácticas y una toma prudente de riesgos por parte de los bancos y financieras en Paraguay. En este sentido, la guía establece lineamientos sobre buenas prácticas ambientales y sociales que contribuirán con el desarrollo de políticas que incentiven y promuevan prácticas de financiamiento sostenible, permitiendo que las instituciones financieras tengan un entendimiento común de cómo gestionar los riesgos ambientales y sociales de clientes y sus proyectos.

Básicamente, la guía reconoce que existen factores como el crecimiento demográfico, un mayor uso de los recursos naturales y la coexistencia de diversas actividades productivas y económicas que han generado cambios en el ambiente, que a su vez han impactado en los negocios, el comercio y la producción, como también en las actividades financieras relacionadas a ellos. Es por ello que la guía considera que estas actividades podrían influir no solo en el perfil de riesgo y en la rentabilidad de empresas, sino también en la factibilidad de los proyectos y es por ello que indican a los bancos y financieras como identificar, gestionar y mitigar dichos riesgos.

Contexto en Bolivia
Bolivia no cuenta con una regulación específica sobre factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG, o ESG por sus siglas en inglés), menos aún en lo que respecta al sector bancario y de la inversión.

Ahora bien, como una aproximación general aún sujeta a mayor desarrollo, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) ha elaborado el Reglamento de Responsabilidad Social Empresarial para las Entidades de Intermediación Financiera (“EIF”), que aborda distintos puntos que las EIF deben considerar:

-La gestión de RSE debe estar relacionada con la cultura organizacional de la EIF y orientada hacia una gestión socialmente responsable, que incorpore aspectos económicos, sociales y medioambientales.
- La EIF debe identificar, medir, monitorear, controlar, mitigar y comunicar los riesgos que podrían emerger de la gestión de RSE.
- La EIF debe definir una política de RSE, que debe considerar como mínimo los aspectos relacionados con la sociedad, la economía y el medio ambiente.
- Cada EIF, debe al menos considerar la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, contemplando temas como la capacitación y concientización de su personal en aspectos medio ambientales.

Contexto en Uruguay
El Banco Central del Uruguay se encuentra trabajando en sostenibilidad, y para ello, publicó su hoja de ruta. Ver aquí.