El Poder Ejecutivo creó la Unidad Especializada de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. Se trata de una agencia especializada dependiente de la División Evaluación Sanitaria del Ministerio de Salud Pública, cuyo cometido será la evaluación de las tecnologías sanitarias y el asesoramiento al Ministerio en el tema.

La norma define a la evaluación de tecnologías en salud como “el proceso por medio del cual se analizan los impactos clínicos, sociales y económicos de dichas tecnologías, tomando en consideración aspectos como eficacia, efectividad, seguridad, costo-efectividad, entre otros. Las tecnologías a evaluar podrán ser parte de los procesos de prevención, diagnóstico, tratamiento y/o rehabilitación”.

Su creación se fundamenta en:

  • La necesidad de desarrollar todas las capacidades institucionales para evaluar las tecnologías sanitarias, incluidos los medicamentos, así como establecer prioridades para su incorporación de acuerdo a las normas internacionales.
  • Asegurar la cobertura y acceso universal a la tecnología sanitaria, conforme a estándares de calidad homogénea para toda la población.
  • Que el incremento en la disponibilidad de tecnologías sanitarias a ser utilizadas en el país puede tener consecuencias presupuestarias cada vez mayores, constituyendo una amenaza a la sustentabilidad del Sistema Nacional Integrado de Salud, lo que determina la necesidad de contar con herramientas adecuadas para su evaluación.

La tarea de la Unidad consistirá en la evaluación de las tecnologías sanitarias y la confección de reportes de evaluación de medicamentos y prestaciones de salud, guías de práctica clínica o informes de incorporación de equipos o servicios de alta tecnología al Sistema Nacional Integrado de Salud.

Los informes de evaluación deberán fundarse en información fiable sobre los resultados o impacto de una tecnología sanitaria y su posible aplicación en un contexto determinado y previamente definido. Asimismo, deberán basarse en la mejor evidencia disponible y ser elaborados con metodología explícita y reproducible y que responda a cuestiones relativas a la seguridad, eficacia, efectividad, utilidad, eficiencia o impacto de una tecnología en un contexto previamente definido.

Por último, se encomienda al Ministerio de Salud Pública la aprobación de una guía de procedimientos para la evaluación de tecnologías sanitarias, a ser aplicada por la Unidad Especializada.