Desde hace un par de semanas, las amenazas de paros y conflictos se han convertido, en algunos sectores de actividad, en el pan de cada día, y amenazan el normal funcionamiento de la vida cotidiana de los ciudadanos por razones que a veces parecieran no tener relación directa con el reclamo sindical.

Un ejemplo claro de ello fue la amenaza del paro nacional de transporte que tuvo en vilo durante días a la ciudadanía. Otro es el ya reiterado conflicto en Secundaria, que permanentemente genera incertidumbres en los alumnos y sus padres.

Si bien los ánimos en la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) parecen estar más calmados y la amenaza de un nuevo paro nacional en reclamo de soluciones a los atrasos en la elección de horas aparece lejano en el horizonte, en distintos liceos han aflorado puntos de conflicto que alimentan el espíritu sindical.

Nelson Larrañaga, abogado laboralista del estudio FERRERE, señaló a El Observador que la escalada de amenazas de conflicto se debe a que muchas veces desde el sindicato se mira el interés particular, pero no el general. “Es un tema de valoración del sindicato que no coincide con el de la ciudadanía, generando un conflicto de intereses”, además de dañar la imagen de los gremios.

Orden de Mujica

La semana pasada, el presidente José Mujica dio la orden en el Consejo de Ministros de no ceder más ante las presiones del gremio docente. Ante esto, el ministro de Educación, Ricardo Ehrlich, se vio obligado a suspender la reunión que tenía programada con el sindicato de profesores.

Desde la ANEP, el consejero del Codicen, Néstor Pereira, representante de los docentes, manifestó a El Observador que si bien se respeta la opinión del presidente, el organismo es un ente autónomo y, por lo tanto, “tiene sus propios mecanismos de diálogo y transacción”.

No obstante, en Secundaria –consejo enfrentado actualmente al sindicato- se advierte cierta exageración en las medidas gremiales. “Impresiona, como que no corresponde”, dijo a El Observador la directora general de Secundaria, Celsa Puente, al ser consultada por la amenaza de conflicto en el liceo de San Luis.

Allí los docentes reclaman por la apertura del segundo año de Ciclo Básico del turno nocturno. La semana pasada se reunieron con Secundaria y las autoridades se comprometieron a estudiar la posibilidad de reabrir segundo año del turno nocturno. Sin embargo, Puente señaló que es complicado debido a la escasa cantidad de estudiantes. “El año pasado el curso cerró con dos alumnos”, puntualizó. La jerarca manifestó que supondría un esfuerzo grande, teniendo en cuenta la falta de profesores a la que se enfrenta el sistema.

Medida drástica de primaria

Larrañaga sostuvo que existe en filas sindicales “una tendencia a utilizar la medida más drástica en primer lugar, sin agotar antes las medidas de diálogo”. Señaló que las autoridades deberían tomar esto como un “mensaje” para dar respuestas más rápidas, aunque advirtió que a veces la burocracia no lo permite. “Los sindicatos han percibido que esta es la única forma de resolver rápidamente el conflicto. Si lo hacen de forma escalonada, no obtienen resultados rápido”.

En el PIT-CNT, la oleada de amenazas de conflictos sindicales no se observa con preocupación. Marcelo Abdala, secretario ejecutivo de la central dijo a El Observador que se trata de “estrategias sindicales” propias del mundo del trabajo. Lo que importa, advirtió es que en alguno de ellos, como en el transporte, se ha logrado llegar a un acuerdo. Advirtió que, tanto en educación como en el transporte, la central sindical intercedió para encontrar instancias de diálogo entre las partes.

”La postura de la central ha sido siempre ayudar a encontrar caminos para evitar el conflicto”, apuntó Abdala.

Artículo publicado en diario El Observador, en edición del domingo 27 de abril de 2014.