El diario El País publicó el artículo El adiós a la tasa LIBOR y los efectos que podría generar en contratos en Uruguay, basado en un informe elaborado por el socio de FERRERE, Sebastián Ramos.
La LIBOR “es una tasa interbancaria de Londres. Para su cálculo, se le pregunta a bancos de la capital de Inglaterra cuál es la ‘tasa de interés a la que pueden pedir prestado” a otros bancos’”. La autoridad que la supervisa anunció que esta tasa va a desaparecer a partir del 31 de diciembre de 2021 (excepto por algunas tasas que continuarán hasta el 30 de junio de 2023).
En el artículo, Ramos responde a la pregunta sobre cómo puede influir la desaparición de la Libor en los contratos con los bancos con el siguiente ejemplo: “Supongamos que el 30 de junio de 2021 un banco uruguayo celebró un contrato de préstamo hipotecario con un particular por un monto de US$ 400.000, pagadero en ocho años, y con una tasa de interés igual a la LIBOR de dos meses de dólares (supongamos que su valor al 30/6/2021 era de 0,2%), más un margen de cinco puntos, lo que da una tasa efectiva de 5,2%. En enero de 2022, cuando el banco deba determinar cuál es la tasa de interés del préstamo, no podrá hacerlo, porque la LIBOR dejará de estar publicada”.
Como las reglas del juego van a cambiar, “las partes deberán prepararse para hacer frente a los próximos cambios”, explica el informe de FERRERE.
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