Artículo de Geraldine Ifrán para Más Seguros

Las prácticas de supervisión están en constante cambio siguiendo la evolución del sector financiero y procurando contrarrestar las debilidades detectadas en el mercado y durante los procesos de supervisión. En tal sentido la crisis financiera del 2002 dejó al descubierto limitaciones y oportunidades para la supervisión en Uruguay, y marcó el inicio de un proceso de cambio alineado a las mejores prácticas internacionales.

El actual modelo de supervisión es integral, enfocado a los riesgos y sobre una base consolidada. Los recursos se asignan en las instituciones y áreas donde existen mayores riesgos para el sistema. Para evaluar la compleja realidad de cada compañía de seguros el regulador adopta la metodología “CERT”, que es justamente un acrónimo de todos los componentes de la realidad que son evaluados: Calidad del gobierno corporativo, Evaluación económico-financiera, gestión de Riesgos y Tecnología.

Para aplicar esta metodología el regulador definió previamente cuáles son los “estándares mínimos de gestión” de una compañía de seguros. Estos son, en definitiva, un resumen de las expectativas que tiene el regulador respecto de cómo debe gestionarse una compañía de seguros en forma adecuada para evitar debilidades que puedan impactar en su estabilidad o solvencia. Responden a los lineamientos internacionales con adaptaciones a la realidad local El regulador comunicó los estándares mínimos de gestión al mercado asegurador en 2014. También en ese año requirió a las compañías que realizaran una autoevaluación del cumplimiento de estos estándares. En tal sentido, las compañías tomaron una “foto” de la realidad de la empresa (estructura, procedimientos y políticas), la contrastaron con los estándares mínimos y concluyeron si los cumplían, los cumplían con “observaciones” o no los cumplían. Y, en estos dos últimos casos, comunicaron al regulador su plan de acción para superar las debilidades y los responsables de implementarlo. La finalidad CERT es justamente evidenciar las brechas con las expectativas mínimas esperadas en una compañía, y su resultado determina el alcance y la estrategia de supervisión. La finalidad posterior es que la compañía de seguros resuelva los problemas detectados y mejore la calificación de cumplimiento de los estándares mínimos.

Uno de los componentes del CERT es la evaluación de la situación económica-financiera de la compañía, con hincapié en el nivel y calidad de su patrimonio y capacidad para respaldar los riesgos asumidos frente a los asegurados y los beneficiarios. Esta metodología busca también evaluar el sistema de gestión de riesgos de la compañía de seguros y su capacidad de identificar, controlar, medir y monitorear los riesgos de seguros, de crédito, de mercado, de liquidez, operacional, de lavado de activos, de reputación y estratégico. El componente tecnología como parte del CERT evalúa la confiabilidad y eficacia de los sistemas tecnológicos de información, como herramientas de la gestión de las compañías de seguros.

Los estándares mínimos de gestión hacen fuerte acento en el componente gobierno corporativo. La crisis de 2002 manifestó la importancia y oportunidad de implementar un gobierno corporativo y, reflejo de esta constatación, este tema es relevante en el actual modelo de supervisión. El regulador lo sintetizó hace años al señalar que los niveles de capital son sustanciales pero que, si no se posee un buen gobierno corporativo, el capital puede no resultar suficiente. Desde el punto de vista de la metodología del regulador, el gobierno corporativo es pues el núcleo central del análisis, ya que con él se interrelacionan los otros componentes de situación económica-financiera, riesgos y tecnología.

El gobierno corporativo es en grandes líneas la estructura de relaciones, roles y responsabilidades de los diferentes órganos de una compañía para lograr la mejor gestión y control y que, en definitiva, las decisiones estén alineadas al interés de la compañía y en beneficio de sus accionistas, acreedores, asegurados, beneficiarios y otros grupos de interés. El gobierno corporativo abarca el directorio, la gerencia general, el oficial de cumplimiento y las líneas de reporte relevantes responsables de la ejecución de la estrategia de la compañía, y las estructuras de control como el comité de auditoría, la auditoría interna y la auditoría externa.

Los requisitos en materia de gobierno corporativo están recogidos en los estándares mínimos de gestión y, más recientemente, en una Circular complementaria sobre buenas prácticas de gobierno corporativo y sistema de gestión integral de riesgos que se aprobó a fines de 2015 y cuyas disposiciones rigen en su mayoría a partir de junio de 2016.

La regulación plantea varios requisitos para lo que se considera un gobierno corporativo “eficaz”. El directorio y la alta gerencia deben estar integrados por personas con competencia ética y profesional acordes al rol. Algunos cargos requieren autorización previa del regulador (directorio y CEO) y otros notificación luego de su incorporación, pero en todo caso la compañía debe haber previamente relevado información que evidencie la solvencia moral, profesional y técnica de los candidatos. Una compañía de seguros debe contar además con con una estrategia eficiente definida para el cumplimiento de los objetivos y un ambiente instaurado de forma tal de asegurar un fuerte control interno, un buen sistema de administración integral de riesgos, una adecuada función actuarial, sistemas contables que garanticen la integridad y confiabilidad, y un sistema de información íntegro y de fácil acceso.

El regulador a través de los estándares mínimos de gestión y la Circular 2237 de 2015 estableció el rol específico en la organización y las responsabilidades de cada uno de los “agentes” que integran el gobierno corporativo:

- El directorio administra la compañía y es responsable de que su sistema integral de riesgos funcione de forma adecuada. Debe: entender y dimensionar los riesgos a los que se enfrenta la compañía; aprobar y revisar las políticas para la gestión de los riesgos; causar y monitorear que la gerencia gestione los riesgos en línea con las políticas definidas; asignar recursos a la auditoría interna y al comité de auditoría para que, junto con la auditoría externa, le brinden al directorio feedback sobre cumplimiento, control y adopción de medidas ante debilidades; asegurar la existencia de un adecuado ambiente de control acorde al contexto y particularidades de la compañía. La Circular 2237 recientemente le impuso establecer la función actuarial y designar a su responsable, quien asesorará al directorio en cuanto al riesgo de seguro, reservas técnicas, primas y el cumplimiento de los requisitos regulatorios relacionados.

- La alta gerencia -gerencia general más líneas de reporte relevantes- es responsable de la ejecución de la estrategia de la compañía. Debe implementar las políticas, procedimientos y controles para gestionar la operación y riesgos de forma de cumplir con los objetivos y estrategias definidas por el directorio. Es responsable además de realizar un control permanente de la gestión y mantener informado en forma íntegra y oportuna al directorio.

- El comité de auditoría vigila el adecuado funcionamiento del sistema de gestión integral de riesgos y que se adopten las medidas necesarias para su mantenimiento en forma continua. Opera en este marco como nexo entre el directorio, la auditoría interna, la auditoría externa y la gerencia.

- La auditoría interna evalua y monitorea el funcionamiento del sistema de gestión integral de riesgos, identifica debilidades y las informa al directorio con las recomendaciones correspondientes.

- La auditoría externa aporta una visión independiente de la compañía de seguros y debe reportar los hallazgos significativos a la dirección y al regulador.

En definitiva, es esencial para un gobierno corporativo eficaz -y es fuertemente controlado por el regulador- que exista en la estructura de la compañía este esquema de interrelaciones en el cual cada “agente” tiene funciones específicas a cumplir y efectivamente las ejecuta. No hay fórmulas únicas, el diseño de un gobierno corporativo eficaz implica conocer a fondo la empresa para poder tejer un sistema de roles y de pesos y contrapesos adecuado al contexto y particularidades de la compañía.

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