La expropiación de la petrolera YPF de capitales españoles por parte del gobierno argentino, anunciada hace dos semanas, divida la opinión de los expertos acerca del impacto que tendrá en Uruguay.

Pero lo que genera consenso entre analistas y autoridades es la necesidad de destacar la ventaja comparativa que representa la seguridad jurídica en el país para los inversores frente a la que ofrece Argentina.

Consultado por El Observador, Héctor Ferreira, socio del estudio de abogados Hughes & Hughes, no dudó en señalar a la seguridad jurídica como la “principal ventaja comparativa” del país frente a su vecino del Plata y destacó que “en momento de dudas el gobierno salió a decir que en Uruguay se respetan las reglas de juego. Son señales tácitas de que se va mantener la palabra comprometida”, agregó. Además de la seguridad jurídica, el socio del estudio Sanguinetti/Fodere, Carlos Loaiza, destacó como puntos a favor del país la estabilidad, la integración al mercado de capitales, el grado inversor y la pertenencia al sistema tributario internacional, con acuerdos más modernos que los exhibidos por Argentina.

Agregó como otras ventajas al convenio tributario firmado por Uruguay y España, que otorga beneficios a los inversores como la reducción de retenciones y dividendos, que puede llegar a 0% si es una filial controlada por una matriz española.

Desde el plano económico, el abogado apuntó que de consolidarse la relación con Brasil se puede “vender” el acceso “real” al mercado brasileño.

Opiniones

Si el gobierno de José Mujica hace “las cosas adecuadamente”, el país debería captar más inversiones y también atraer familias del vecino país, opinó la semana pasada el ex ministro de economía colorado Isaac Alfie, en una columna publicada en El País.

En esa línea, Ferreira dijo a El Observador que existe un direccionamiento de inversiones desde Argentina a Uruguay, como consecuencia de los temores que despertó en la vecina orilla el caso YPF. Empresarios del sector pesquero anunciaron también que firmas radicadas en Argentina estaban en proceso de traslado hacia Uruguay.

Sin embargo, otros especialistas ven un panorama adverso para el país. Andrés Cerisola, socio director de Ferrere Abogados, en diálogo con El Observador consideró que “en situaciones puntuales puede ocurrir que inversiones que pensaban instalarse en Argentina decidan ahora radicarse en nuestro país o que inversores argentinos desplacen capitales al exterior, por ejemplo a Uruguay. Pero el caso YPF, también aumenta el riesgo político de la región”, aseveró.

Explicó que “a inversores de Estados Unidos, Europa o Asia, una decisión como la tomada por el gobierno argentino las hace tomar conciencia de un mayor riesgo político en la región, y no siempre existe la percepción fina para diferenciar la situación de cada país”, explicó.

Para el especialista, el efecto neto de la medida es negativo: “perjudica a Uruguay”. Cerisola indicó que a partir de ahora el gobierno debe hacer “buena letra” ante los inversores extranjeros y citó como ejemplo la presencia del vicepresidente Danilo Astori días atrás en España, cuando aclaró ante empresarios ibéricos que Uruguay respeta la soberanía argentina pero tiene otra estrategia.

Hace muchos años caíamos en la misma bolsa, pero hoy existe una percepción cada vez más clara de que Uruguay no es Argentina”, afirmó a su turno Andrés Durán, de Bragard & Durán abogados.

Actualmente, Argentina está siguiendo un camino de cerrarse al mundo, con políticas claramente diferentes a las que sigue nuestro país. Pero es conveniente recalcarlo, aun cuando el inversor ya tiene una noción diferente de ambos países”, acotó.

Más lejos fue Loaiza, quien consideró que destacar las ventajas comparativas del país respecto de Argentina “más que una conveniencia es una necesidad”.

Es falso que el inversor extranjero ve más atractivo invertir en Uruguay tras el episodio de YPF. La primera impresión que percibe es de contagio”, expresó.

La situación política y jurídica de un país la comparó con los acentos. “Nosotros reconocemos la diferencia entre el acento de un uruguayo y un argentino, pero en el exterior eso no se percibe. Con los países ocurre algo parecido”, ilustró.

Brasil

En tanto, los últimos movimientos del gobierno apuntan a profundizar el relacionamiento económico con Brasil, tal como se anunció, y a tomar distancia de Argentina, como se insinuó.

De esa forma, la estrategia de Uruguay para captar inversiones como “plataforma hacia el Mercosur” pasa a ser la de puerta de entrada a la mayor economía latinoamericana.

Hace dos semanas, el presidente José Mujica alentó a los empresarios locales a que se concentren en Brasil. Tras regresar de ese país, donde se entrevistó con la presidente Dilma Rousseff, el mandatario anunció haber alcanzado un acuerdo para llevar a la integración total a ambas economías.

Se apuesta a que en un “plazo breve” – de entre seis meses y un año – se adecuen las normativas para que la circulación de personas, mercaderías y servicios sea 100% libre. Sobre Argentina, Mujica se limitó a decir que espera que se sume al acuerdo bilateral.

Comparación

Los indicadores que integran el Índice de Competitividad elaborado por el Fondo Económico Mundial exhiben en los últimos años un despegue de Uruguay respecto de Argentina en los aspectos principales que reparan los inversores extranjeros.

El indicador que mide la calidad de las instituciones públicas en cada país mostró para Uruguay una evolución alcista desde 2005, con 4,15 puntos en 7 puntos posibles, hasta 2011 (4,79). De esa manera, el país amplió la brecha frente al desempeño estable que mostró Argentina, que pasó de 2,71 puntos a 2,74 puntos en el período.

El Índice de Competitividad de la economía, que considera factores institucionales y otros que miden el desempeño del sector privado, la infraestructura disponible, el entorno macroeconómico y los niveles de sanidad y educación de la población, marcó en los últimos seis años un recambio de posiciones entre los dos países a favor de Uruguay.

Nota publicada en diario El Observador en edición del día domingo 29 de abril de 2012.