El ingreso de la telefonía celular en Uruguay comenzó a definirse un día de 1987 en el Aeropuerto de Carrasco. Sin embargo, pasaron cuatro años para que aquellas primeras conversaciones dieran su fruto.

La experiencia no fue sencilla. Se tuvo que crear una sociedad anónima y el contrato con esa sociedad tuvo idas y vueltas en el Tribunal de Cuentas.

"Estuvimos muchos meses con ese contrato", comentó el ingeniero Raúl Buela a El País. En esos ajustes participó también el reconocido abogado Daniel Ferrere. Para 1991 el contrato había sido aprobado.

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