Por Ángela Fernanda Rodríguez.

La inteligencia artificial (IA) ha sido una de las tecnologías más impactantes en la última década, y su uso se ha expandido a prácticamente todos los ámbitos de la vida. El ámbito jurídico no es la excepción a esta revolución tecnológica, pues la IA está siendo utilizada en él para mejorar la eficiencia y la calidad de la labor de los abogados en distintas áreas del Derecho. Una de las áreas donde más destaca la aplicación de la IA es en la toma de decisiones judiciales.

Al poder utilizarse la IA para procesar grandes cantidades de información y datos, se convierte en una herramienta efectiva para ayudar a los jueces a tomar decisiones más informadas y precisas. Además, la IA también puede ser utilizada para analizar patrones y tendencias en los procesos judiciales, lo que puede ayudar a identificar áreas en las que se necesita mejorar la eficiencia y la calidad de los procesos judiciales.

Por ejemplo, en algunos países, la IA se utiliza para asignar automáticamente los casos a los jueces, en función de su carga de trabajo y de su experiencia en el área en cuestión. Esto puede ayudar a reducir el tiempo que los casos están pendientes de resolución y a garantizar que los jueces tengan la experiencia necesaria para tomar decisiones informadas.

Otro ejemplo de cómo la IA se está utilizando en la toma de decisiones judiciales es a través del análisis de datos de antecedentes penales. Algunos sistemas utilizan algoritmos para evaluar el riesgo de que un acusado reincida en la comisión de delitos y recomiendan una sentencia en función de esa evaluación. Esto puede ayudar a garantizar que las sentencias sean más justas y precisas.

Sin embargo, su uso también ha generado preocupación por su posible impacto en la garantía de los derechos fundamentales y en la transparencia de los procesos judiciales. Por ello, cobra relevancia el analizar los impactos jurídico-sociales del uso de la IA en la toma de decisiones judiciales.

Preocupaciones socio-jurídicas
A pesar de los posibles beneficios de la IA en la toma de decisiones judiciales, también hay preocupaciones importantes sobre su impacto en la garantía de los derechos fundamentales y en la transparencia de los procesos judiciales.

Una de las principales preocupaciones es la falta de transparencia en los algoritmos utilizados por los sistemas de IA. Si los algoritmos utilizados no son transparentes y comprensibles para los jueces y los abogados, puede ser difícil para ellos cuestionar las decisiones tomadas por los sistemas de IA.

Otra preocupación es la posibilidad de que los sistemas de IA reproduzcan y amplifiquen los prejuicios y las discriminaciones existentes en la sociedad. Si los sistemas de IA se entrenan con datos que reflejan prejuicios y discriminaciones, es posible que sus decisiones también reflejen esos prejuicios.

Además, el uso de la IA en la toma de decisiones judiciales también plantea cuestiones éticas, como la responsabilidad y la rendición de cuentas. Si un sistema de IA toma una decisión injusta, ¿quién es responsable de esa decisión? ¿Cómo se puede responsabilizar a un sistema de IA por sus decisiones?

En conclusión, el uso de la IA en la toma de decisiones judiciales es una tendencia que está ganando terreno en todo el mundo y que tiene el potencial de mejorar la eficiencia y la calidad de los procesos judiciales. Sin embargo, también plantea importantes preocupaciones socio-jurídicas que deben abordarse para garantizar que se respeten los derechos fundamentales y se mantenga la transparencia en los procesos judiciales.
Es necesario abordar estas preocupaciones a través del diseño y la implementación de sistemas de IA éticos y transparentes, que se basen en datos justos y precisos y que sean capaces de tomar decisiones informadas y equitativas. Esto requiere la colaboración y el compromiso de los expertos en IA, los jueces y los abogados, así como de los responsables políticos y los ciudadanos en general.

Asimismo, frente a este escenario de evolución tecnológica, será de vital importancia que cada jurisdicción que implemente estas herramientas lo haga bajo parámetros de ética y responsabilidad, de forma que las bases de datos de la IA y las decisiones tomadas en función a estos datos sean constantemente sometidas a evaluaciones y supervisión de profesionales éticos y altamente capacitados, tanto en el área tecnológica como jurídica. Esto, en un futuro cada vez más cercano, demandará una regulación específica por parte de los Estados que implementen la IA en la administración de justicia.

En resumen, el uso de la IA en la toma de decisiones judiciales debe ser considerado como una herramienta complementaria a la labor humana, en lugar de sustituirla completamente. Si se utiliza adecuadamente y se abordan las preocupaciones pertinentes, la IA puede ser una herramienta valiosa para mejorar la eficiencia y la calidad de la justicia en todo el mundo.

Fuentes: Legaltech: ¿cómo será la industria legal en el futuro? 5 tendencias tecnológicas que están transformando la abogacía: Cloud computing, Robotic process automation, Inteligencia artificial, Big data, Blockchain