Artículo de El País

Seis de cada 10 padres separados no pagan la pensión a sus hijos o lo hacen ocasionalmente. La situación se agrava en los niveles socioeconómicos más bajos. En los más adinerados la cifra igual supera el 40%. Que la madre no deja ver a sus hijos o la distancia física no sirven como excusas.

(…) “Que ella no me deja ver a los nenes no es una excusa para dejar de pagar lo que corresponde”, aclara María Eugenia Cal, especialista en derecho de familia de FERRERE Abogados. “Los niños siempre tienen necesidades y lo único que se puede poner a estudio es una imposibilidad real que tenga el sujeto obligado”.

La ley no prevé qué porcentaje de sus ingresos es el que el padre no corresidente debe aportar a su hijo. “Hay estándares que varían según cantidad de hijos, sus edades, el tipo de crianza y el salario del padre”, explica Cal. Para un solo hijo ronda el 20%. Eso sí: la normativa establece que no puede retenerse más del 50% de los ingresos.

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