¿Qué es OMEU y cuáles son sus objetivos principales?

OMEU es la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay, es la filial de una organización a nivel mundial, que está en 54 países y está constituida formalmente desde hace un par de años en Uruguay. Lo que busca OMEU es ser una organización que nuclea a mujeres emprendedoras y que las acompaña y potencia, mediante acciones afirmativas en sus habilidades y talentos. Busca generar redes de contactos entre ellas, vínculos y sinergias a nivel público y privado, desarrollar conocimientos, todo esto no solo a nivel local sino también a nivel regional e incluso, mundial.

Además, hemos trabajado mucho en todo lo que tiene que ver con capacitación y talleres específicos, que buscan atacar las barreras que encuentran las mujeres a la hora de emprender. También participamos y nos comprometimos con temas vinculados a la comunidad y al perfil de género.

El target es muy amplio, pero si busca afiliar a personas que tengan o que estén a cargo de su propio emprendimiento, ya sea que se encuentren iniciándose con una idea de negocio o con un emprendimiento funcionando o en franco desarrollo. También se suman profesionales y mujeres que desarrollan de manera independiente su trabajo.

¿Qué tipo de servicios ofrece?

Participar en este tipo de organizaciones es de ida y vuelta, lo que logramos hacer es nuclear gente, generar contactos, posibilidades de acceso a información y a organizaciones públicas o privadas que te puedan ayudar con temas de financiamiento y capacitación. La verdad es que es una experiencia que enriquece. Todos los años hacemos eventos donde invitamos figuras nacionales o regionales inspiradoras y donde las mujeres comparten sus experiencias, buscan sinergias, se conectan entre sí, muchas veces surge de las propias socias el decir “bueno a ver vos que tenés esta experiencia, ¿por qué no nos largamos a hacer juntas esto otro?...

¿Qué actividades tienen planificadas para este año?

Nuestro Plan Estratégico abarca el fortalecimiento de la Organización en sí misma, esto es nuevas socias, contenido de la página web, estandarización de comunicaciones. Luego incrementar las relaciones institucionales, que es muy relevante, para ayudar a las socias a acceder a contactos y oportunidades que muchas veces solas no llegan. También queremos aumentar nuestra llegada a toda la red FCEM porque entendemos que pueden surgir muy buenas cosas a partir de ello. Nos interesa mucho trabajar para llegar al interior del país y así enriquecer la red con emprendedoras de todo Uruguay.

Queremos durante el segundo trimestre generar una especia de Think Tank de mujeres del que surjan propuestas de buenas prácticas aplicables a la actividad público-privada e incluso al Parlamento. En este año también, seguiremos trabajando como hasta ahora con Endeavor en temas de capacitación.

¿Cuáles son los rasgos principales que distinguen a las mujeres empresarias uruguayas?

Nosotras realizamos una serie de encuestas online sobre cuáles son los aspectos que diferencian a hombres y mujeres al momento de emprender, y entre los principales temas que salieron a la luz está el tema de la familia, es decir, el equilibrio vida familiar-vida laboral. Otro tema que llamó la atención es el miedo al fracaso, es un factor que lleva a la mujer a quedarse quieta, tiene que quebrar determinados paradigmas culturales como salir de la casa para emprender en un mundo que tiene mucho de masculino todavía. La mujer vive el miedo al fracaso de una manera muy fuerte. También, si bien la mujer está igualmente capacitada y hasta en muchos casos supera al hombre en su preparación a nivel terciario, no están tan orientadas en lo que tiene que ver con Management, Administración de las Empresas y Administración Financiera.

¿Considera que ha cambiado en nuestra sociedad la percepción de la mujer en cargos directivos?

Sí, sin duda, estamos de a poco cambiando en ese sentido, en las nuevas generaciones se nota aún más porque ya el “emprender” está como opción más presentes. Sin embargo, sigue habiendo una minoría clarísima de mujeres en cargos directivos. La percepción de las mujeres en cargos directivos respecto a los hombres es uno de los temas que se tienen que trabajar. Lo que siempre rescato es que estos temas son culturales y sociales, la forma de revertirlos está en el inicio, en los niños. Debería educarse desde la infancia, más allá de la educación en el hogar. El tema de la igualdad de género debería estar formalmente incluido en la educación porque es la única forma de ir rompiendo los paradigmas y patrones culturales.

¿Por qué piensas que las mujeres se convierten en empresarias? ¿Se convierten en empresarias por necesidad (para complementar el ingreso familiar) o por oportunidad?

Por las dos cosas. Por necesidad, muchas veces vemos muchos ejemplos de mujeres que emprenden que no estaban acostumbradas a hacerlo y que en algún momento al no estar más el hombre que antes la ayudaba a mantener la familia, emprenden. Justamente lo que vemos es que es increíble la capacidad de la mujer de buscar nuevas oportunidades, de salir adelante. Ahí, sin duda, el espíritu emprendedor se manifiesta muchísimo.

Por otro lado, hoy en día estamos propensos a estar más informados, a ver tendencias, a imaginarnos oportunidades, a crear ideas, y ahí también surge la idea de emprender. En este tipo de circunstancias no diferenciaría tanto entre hombres y mujeres, es lo mismo.

La responsabilidad de las mujeres como madres, en tareas domésticas, como “jefas de hogar” ¿se convierten en un obstáculo para emprender? ¿Cómo influye ser empresaria en la vida familiar?

Hay varios estudios en este sentido. Desde que nacen los hijos hasta los 5 años, el porcentaje de mujeres que abandona su trabajo es muy significativo. Por decisión propia y por motivos económicos, salen a trabajar pero a la vez no tienen con quién dejar a sus hijos y le sale casi lo mismo salir a trabajar que pagarle a alguien para que le cuide a sus hijos. Sin lugar a dudas influye negativamente, en el sentido de que a la mujer le cuesta imaginarse cómo es el equilibrio familia-trabajo. Muchas veces la mujeres dicen “no voy a trabajar más como empleada, voy a trabajar por las mías” y ahí lo que pasa es que al poner su propio emprendimiento esto les requiere una gran cantidad de horas, porque están todo el tiempo trabajando con ese emprendimiento en la cabeza.

Cuando sos dueño de un emprendimiento propio, es muy difícil sacártelo de la cabeza, reducir las horas de trabajo y equilibrarlo con la vida familiar. Sin embargo, pese a las dificultades, hay muchísimos ejemplos de mujeres que lo logran.

Por último, ¿podrías decirnos una mujer que haya sido/es un referente o modelo en tu vida?

Alguien que me marcó muchísimo fue mi madre, porque nos inculcó mucho a nivel familiar temas como estudiar, auto-exigirse, tener metas altas, creo que de cierta manera nos formó a mis hermanos y a mí en el tema de ser independientes, de valernos por nosotros mismos, de buscar oportunidades. Me marcó como una mujer independiente., de que vos misma tenés que hacerte tu propio camino en tu vida.

También todos los días veo mujeres que en diferentes actitudes y circunstancias son inspiradoras, uno piensa “mirá esta mujer cómo ha logrado hacer esto”, otras también me inspiran desde el punto de vista del compromiso de su emprendimiento con la sociedad.

Acceda al archivo original de la entrevista en el siguiente enlace: Entrevista OMEU