A medida que las redes sociales forman parte cada vez más natural de nuestras vidas, la línea divisoria entre lo público y lo privado se va desdibujando.

Nelson Larrañaga, de FERRERE Abogados, comentó que, aunque todavía no ha habido ningún fallo de la Justicia referente a las redes sociales y el ámbito laboral y tampoco hay leyes que regulen el mal uso de internet en el trabajo, los magistrados por lo general “han entendido que las herramientas informáticas estaban destinada para fines laborales” y han avalado el despido sin indemnización. Así sucedió en casos que implicaron el ingreso a sitios pornográficos o el uso indebido de los mails en el trabajo.

Más allá de que sea para conseguir un trabajo o para mantenerlo, el uso de las redes sociales afecta cada vez más la relación entre las empresas y los empleados. El consejo de los expertos consultados es, en principio, tener en cuenta las repercusiones que pueden generar los comentarios en estos sitios web y limitar los instrumentos informáticos que provee el empleador a su uso laboral. No obstante, sería importante establecer una regulación a nivel judicial, destacó Larrañaga: “En la medida en que se establecen reglas claras, los actores saben cómo moverse”.

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