Destacados representantes del sector empresarial compartieron con Portfolio su visión sobre el desempeño del gobierno y la evolución de la economía durante el año que está finalizando, y sus previsiones y expectativas para 2013. Los ejecutivos coincidieron en señalar que el año próximo será similar a 2012 en cuanto al crecimiento de la actividad. Asimismo, manifestaron su preocupación por la inflación, y también plantearon la necesidad de generar cambios en la educación y de potenciar la infraestructura del país.

A continuación se presentan las preguntas formuladas a los empresarios, así como una síntesis de las respuestas brindadas por Andrés Cerisola, socio director de FERRERE.

1. ¿Qué evaluación hace de 2012 en términos de gestión de gobierno y de resultados de la economía?

La gestión macroeconómica del gobierno sigue mostrando muchas más luces que sombras a pesar del ruido que introduce la falta de unidad en la conducción. Resaltamos obviamente un impecable manejo del perfil de plazos de la deuda, que destaca en su importancia en estos momentos de zozobra, y su progresiva desdolarización, y una política fiscal que no es la óptima pero que es satisfactoria dadas las circunstancias. La regulación microeconómica, por el contrario, muestra desde hace muchos años más sombras que luces. Esto comprende la desarticulación y cooptación de las unidades reguladoras, el deterior y una “rigidización” del mercado laboral, el avance del estatismo en sectores claves de la infraestructura de negocios como las telecomunicaciones, y la creciente percepción de incertidumbre en temas tales como la política tributaria, la regulación de la minería, y otros. A nivel de infraestructura, el gobierno logró un éxito importante con la aprobación de la Ley de Participación Público-Privada (PPP) pero, luego de tener el marco, mostró incapacidad para ejecutar. La infraestructura en general tiene un retraso preocupante a nivel de transporte, sin casi ningún logro que exhibir, con la sola excepción, si se concretara, del esfuerzo en materia de energías renovables.

2. ¿Cree que 2013 será un año igual, mejor o peor que 2012 en términos económicos?

El panorama no es de crisis pero sí de desaceleración. El panorama externo extremadamente favorable empezó a cambiar en 2012 y los efectos ya se empiezan a sentir en el último trimestre. Los problemas de competitividad, que nadie discute que son complejos de manejar, se están haciendo sentir con cada vez más fuerza. Las soluciones son difíciles pero no misteriosas ni imposibles y este gobierno les ha esquivado el cuerpo por bloqueos políticos internos. Es preocupante la claramente menor capacidad que tendrá el gobierno de mantener el timón firme y de, eventualmente, tomar medidas que pueden ser necesarias, dada la debilitación de un equipo económico liderado por el vicepresidente, el ministro de economía y el presidente del Banco Central que funcionó muy bien pese a las restricciones en las que operó.

3. ¿Qué inflación prevé para el año próximo?

CPA FERRERE, nuestra firma hermana, está proyectando una inflación en el entorno del 8% para 2013.

4. ¿Cuál diría que es el tema que más le preocupa cuando mira a 2013?

Pese a las preocupaciones que hubo al momento de la elección y figuras aisladas que claramente desafinaron, el presidente de la República ha mantenido al país en un rumbo de racionalidad, ha contenido las presiones populistas más extremas, y ha tenido, en general, una conducta republicana y liberal que me enorgullece como uruguayo. Mi principal preocupación, y no es un pronóstico pero sí un riesgo que vemos, es que el deterioro del frente externo, el debilitamiento del sector socialdemócrata dentro del gobierno, y las presiones propias de la gestión del gobierno, pueden generar condiciones para que ese rumbo se altere. Confiamos en la solidez institucional del Uruguay y en ese conjunto de condiciones del “ser uruguayo” que impulsa hacia el centro a todos los gobiernos desde hace décadas.

Publicado en Revista Portfolio en edición correspondiente a diciembre 2012/enero 2013.