El Gobierno lanzó una pionera aplicación de telemedicina desarrollada con la colaboración de referentes de la industria del software. Busca descongestionar y facilitar el acceso a la prestación médica para todo aquel que sospeche haber adquirido el virus, a la vez que previene posibles contagios del personal de salud.

La aplicación, que puede ser encontrada en las tiendas Google Play o Apple Store como "coronavirus uy", interroga sobre síntomas compatibles con una infección por covid-19 conectando al paciente con su prestador de salud, al que le notifica automáticamente sobre la consulta y su resultado.

En paralelo cataloga el nivel de sospecha de una eventual infección y alimenta una única base de datos, con fines estadísticos y para toma de decisiones. Incorpora asimismo, la opción de geolocalización para el usuario que lo consienta.

Se anuncia para la semana próxima una segunda versión de la aplicación que permita la consulta y el seguimiento telemático de las personas con diagnóstico de Covid-19.

Confidencialidad de la información

Por su sensibilidad, la normativa de protección de datos personales otorga una protección especial a la información de salud. Debe ser aportada de forma voluntaria, con el consentimiento escrito de la persona, luego de ser informada sobre finalidad, destinatarios y responsable de la base de datos, aspectos que aparecen contemplados en la aplicación.

Podría discutirse si cumple con el requisito del consentimiento escrito no obstante lo cual, considerando el interés general y la situación de emergencia sanitaria, no parece ser este un impedimento máxime cuando el uso de la aplicación es voluntario.

Además, el registro de los datos en la historia clínica electrónica desarrollada por AGESIC, otorga garantías en materia de confidencialidad y ciberseguridad, a la vez que asegura que el acceso a la información solo pueda ser realizado por profesionales de la salud, bajo secreto profesional 

Geolocalización y protección de datos personales

Se anuncia que por el momento la solución no prevé la geolocalización con fines de cibervigilancia sanitaria, solución que han adoptado con éxito otros países en la lucha contra el virus, como en el caso de Corea del Sur.

No obstante, si el avance de la pandemia lo hiciera necesario, esta alternativa tendría sustento legal. En efecto, la propia normativa de protección de datos permite la comunicación de información de salud cuando motivos de emergencia sanitaria lo justifiquen, preservando la identidad de los titulares cuando sea necesario. 

En cualquier caso, debe considerarse que en situaciones extraordinarias como la presente, valores superiores como la salud publica pueden prevalecer sobre la protección a la privacidad en la medida que se adopten ciertos recaudos.