Según señaló Alberto Varela, socio de Ferrere Abogados, “es un tratado que solo interesa a Argentina”, pero destacó que “el daño está bastante contenido” para Uruguay.

El acuerdo para evitar la doble tributación, la minuciosidad con la que el fisco argentino deberá presentar su solicitud, la imposibilidad de que inspectores del vecino país realicen acciones en territorio uruguayo y la no retroactividad del tratado son consideradas por el experto como “conquistas” de los negociadores uruguayos.

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