Mi primera impresión es que el valor más fuerte en todo esto es el reconocimiento de una situación que requería una pronta atención, hace años que estamos en dudas de si hay contaminación o no y más en este importante curso de agua. Ahora se reconoció una situación”, declaró el abogado Julián Ruiz.

El valor de reconocer que existe un problema ya es un paso positivo, si se acompaña de una serie de medidas que llevan a una solución estamos en un buen camino”, agregó. La cuenca del Santa Lucía “está en una situación en la que si se toman medidas de control podemos llegar a una instancia en donde se detengan los efluentes que contaminan al río para también el Estado hacer las tareas de recuperación en el curso acompañando las restricciones a los emprendimientos de agua”.

Como toda tarea de remediación del daño causado va a llevar un tiempo”, sostuvo el experto en medio ambiente del estudio FERRERE, el cual añadió que en Uruguay “está claramente establecido por un decreto del año 1979 que dice cuáles son los parámetros permitidos para el vertido en el agua. Dentro de esos parámetros la OSE considera que no hay un perjuicio para la salud y que el agua es potable”.

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