Artículo de Carlos Falco para la Cámara de Comercio Francesa de Montevideo.
Ante las incertidumbres de los mercados financieros internacionales y las bajas tasas de interés, el mercado de arrendamientos se ha vuelto en los últimos años atractivo. Uruguay, con su tratamiento igualitario a la propiedad inmobiliaria por parte de extranjeros, sin restricciones o impedimentos tanto para compañías como personas físicas, sin importar su residencia o ciudadanía, se ha perfilado como un mercado interesante en este sentido.
Algunas ventajas que pueden señalarse a la inversión inmobiliaria en Uruguay para arrendamientos, especialmente para inmuebles posteriores a 1968 (respecto de los cuales el Estado garantiza la libertad de contratación):
• El precio puede pactarse en la moneda que se desee.
• Pueden pactarse los ajustes libremente.
• Las partes pueden acordar sin limitación los plazos (sin perjuicio del máximo legal de 15 años y de que se deberán contemplar plazos si hubiera que acudir ante Tribunales).
• El régimen impositivo es claro y no distingue a nacionales de extranjeros.
• Se pueden solicitar garantías que cubran no solo el precio del arrendamiento sino los daños que se puedan causar al inmueble o deudas que queden en este.
Sin embargo, hay aspectos, aún en inmuebles posteriores a 1968, respecto de los cuales hay que prestar atención:
• Los procedimientos legales para la evicción y el cobro de las deudas están regulados y muchas veces no son todo lo ágiles que deberían.
• Las garantías que pueden darse tienen alguna restricción aunque su elenco es lo suficientemente amplio (fianza, depósito en garantía, garantía bancaria, póliza de seguros).
• Debe pactarse el pago mediante depósito bancario (esto necesariamente a partir de la Ley de inclusión Financiera de 2015).
• Para promover el proceso de desalojo se deberá acreditar estar al día con los impuestos que son de cargo del propietario y el Impuesto a la Renta correspondiente.
• Existe un proceso más abreviado para los arrendamientos por temporada (inmuebles en balnearios y con un máximo de 9 meses de plazo).
La regulación de los arrendamientos en Uruguay y las reglas claras y no discriminatorias con los extranjeros, favorecen este tipo de inversiones.