La asesora laboral Verónica Raffo sostuvo que lo concerniente a la productividad debe ser negociado a nivel de empresa y no de sectores. Para eso, se deberá contar con la buena voluntad de los sindicatos que se muestran reacios a la negociación laboral y salarial bipartita.

La experta de Ferrere maneja un dato elocuente. En la última ronda de los Consejos de Salarios solamente un 3% incluyó indicadores vinculados a la productividad para determinar los ajustes salariales.

Es por eso que Raffo entiende que para la próxima ronda salarial se deben fijar previamente una serie de indicadores “confiables, mediciones fieles y representativas del volumen de producción y de horas trabajadas. Hay que construirlos confiables y transparentes para ambas partes”.

La asesora señaló que es auspicioso que desde el Poder Ejecutivo se comience a manejar a la productividad y su inserción en la negociación salarial, ya que el término también está asociado a la competitividad. “Pero vemos que en la práctica va a ser difícil lograr el diálogo si no se empieza a hablar desde ahora”.

Raffo indicó que las empresas que han mejorado su productividad fueron aquellas que lograron avanzar en base a nuevas tecnologías adquiridas. Entre los sectores destacó al de las telecomunicaciones y al de servicios de logística. Y como contracara, señaló a la construcción, donde no se avanzó sobre productividad.

Negociación

Para que el componente de productividad pueda ser discutido seriamente deberá ser negociado e manera bipartita, dijo Raffo.

La ley de negociación colectiva vigente valida una negociación por rama de actividad para definir los ajustes salariales. “(La próxima) va a ser una negociación macro porque así lo marca la ley. Habría que persuadir a los sindicatos para que permitieran bajar la discusión sobre productividad a las empresas”, dijo la asesora a Últimas Noticias.

Y agregó que realmente este diálogo sería beneficioso si se desarrolla en forma bipartita. “Va a ser muy dificultoso el debate a nivel de rama de actividad. Y si hay acuerdos, estos no van a contemplar la realidad de muchas empresas”.

Raffo añadió que hay realidades económicas y productivas muy diferentes entre empresas que forman parte de una rama de actividad. Y por eso los acuerdos macro no contemplarían a empresas con esas realidades diferentes. Para eso sería necesario un acuerdo de partes – Poder Ejecutivo, cámaras empresariales y Pit-Cnt – para que la productividad sea negociada en la órbita de cada empresa.

Una de las propuestas de Raffo es que en la discusión por rama de actividad se fijen los ajustes por inflación. Luego, la productividad se discuta en las empresas. “Si no hay acuerdo en la discusión de las empresas, fijar un ajuste residual por productividad”, dijo a modo de ejemplo. “Pero que validen el descuelgue de las empresas para negociar en forma bipartita”, reclamó.

En realidad todo depende de la voluntad de las partes. Espacio para armar este tipo de esquemas hay. Creatividad hay, pero tiene que haber madurez”, expresó Raffo.

Sindicatos

La asesora laboral sostuvo que la situación más compleja que resolver en la actualidad para la discusión sobre la productividad es la posición que han adoptado los sindicatos.

El poder que le otorgó la ley (de negociación colectiva) a los sindicatos y a la central es muy significativo. Necesitamos pasar a un estadio de mayor madurez en las relaciones laborales”, dijo.

Raffo agregó que, igualmente, se observan dentro del movimiento sindical posturas más moderadas que cuestionan las medidas “exageradas” como los piquetes o las ocupaciones. Estas medidas, dijo Raffo, tuvieron como resultado la salida de 1.000 trabajadores del sector metalúrgico del mercado laboral. También sostuvo que hay muchas empresas dispuestas a incursionar en la discusión sobre la productividad.

Por eso, remarcó la necesidad de comenzar a elaborar los nuevos indicadores para medir la productividad en las empresas antes del comienzo de la próxima negociación salarial. “Es momento de comenzar a trabajar en esto ahora; llegar al diagnóstico para elaborar después los indicadores”, dijo la experta.

Luego, todo quedará librado a la buena voluntad de las partes involucradas para alcanzar acuerdos convenientes tanto para empresarios como trabajadores en los aspectos vinculados a la productividad.

Nota publicada en diario Últimas Noticias en edición del día lunes 9 de abril de 2012.