Surgidas luego de la segunda guerra mundial como un mecanismo para regenerar las estructuras físicas de los países, las Micro, Pequeñas y Medianas empresas (“Mipymes”) han venido consolidándose en diversos países. Esta consolidación ha venido ayudada por los Estados, quienes interesados en fomentar la creación de empleos, el crecimiento de sus economías y la distribución de ingresos, han otorgado incentivos y marcos adecuados para la creación y desarrollo de Mipymes.

En todos los países donde se establecen, las Mipymes se constituyen como unidades de producción y decisión que, mediante la organización de capital y trabajo, buscan beneficios. Por sus dimensiones, estas unidades son flexibles para adaptarse al comportamiento de la oferta y demanda, delegar funciones y resolver los conflictos con sus trabajadores. Al utilizar tecnología simple y poco capital, las Mipymes pueden generar empleo a muy bajo costo.

En países como el Paraguay, muchas Mipymes son proveedores de bienes y servicios de empresas orientadas al comercio internacional. La formalización de las Mipymes beneficia a estas empresas, dado que varios mercados exigen que las mismas tengan vínculos formales con sus proveedores. Mediante la creación de redes formales de contratación, estas compañías pueden contribuir a la formalización del sector, además de cumplir un importante rol social.

El desarrollo de la Mipymes es de fundamental importancia para el país. Hoy por hoy las Mipymes representan el único sector, junto con la pequeña agricultura, con la capacidad de sacar a muchas familias de la línea de pobreza. La población del Paraguay nunca podrá satisfacer sus necesidades en base a la exportación de soja y ganado dado que estos sectores generan escasos empleos.

Nueva reglamentación para las Mipymes

Consientes de la importancia de las Mipymes en el mes de julio ha sido reglamentada la ley Nº 4.457/12 “Para las Micro Pequeñas y Medianas Empresas”. Esta nueva reglamentación viene a completar el marco legal adecuado para el fomento a las actividades del sector.

La nueva reglamentación tiene como objetivos principales crear las condiciones para la modernización tecnológica de las Mipymes, el acceso al financiamiento y la simplificación de trámites burocráticos para su creación. Además establece un régimen de incentivos fiscales acorde a sus necesidades.

¿Cómo constituimos una Mipyme?

La nueva reglamentación ha dispuesto un trámite rápido, sencillo y gratuito para la constitución de Mypymes. Para ello se crea una ventanilla única donde los propietarios pueden inscribir sus Mi pymes, trámite que debe durar como máximo 15 días.

La inscripción se realiza mediante la presentación de una declaración jurada que detalle la descripción de la actividad que desarrollara la empresa, la composición de su patrimonio y el monto de su facturación anual. Estas informaciones son importantes para clasificar a la empresa como micro, pequeña o mediana.

La autoridad de aplicación es el Ministerio de Industria y Comercio a través del Viceministerio de Pymes. Esta dependencia estará a cargo de gestionar y coordinar las políticas de apoyo para la promoción, fortalecimiento, gestión, y desarrollo de Mipymes.

Financiamiento

Por sus características resulta dificultoso para las Mipymes el acceso oportuno a servicios financieros accesibles que satisfagan sus necesidades. Dado su alto costo, los productos ofertados en el mercado resultan inaccesibles. Esta ausencia amerita la intervención del Estado, quien mediante políticas oportunas, debe promover nuevos servicios financieros orientados al sector.

La nueva normativa busca llenar este vacío mediante la creación de mecanismos de acceso a crédito-garantías, vía un sistema de fondos públicos y de sociedades de garantía. Además el gobierno a través de sus entidades financieras como AFD, BNF, CAH y FG deberá canalizar recursos a fin de llenar las necesidades de financiamiento del sector.

Incentivos fiscales

La ley adopta un régimen tributario especial para las Mipymes, estableciendo exenciones fiscales y flexibilidad en las obligaciones formales. Los principales incentivos adoptados en la nueva la ley y su reglamento son:

- Inclusión a las microempresas como contribuyentes del Impuesto a la Renta del Pequeño Contribuyente (IRPC), conforme a los criterios de ingresos establecidos en la ley.

- Exoneración, salvo el impuesto inmobiliario, IVA y e Impuesto Selectivo al Consumo, de todo otro tributo nacional que grave a las microempresas.

- Posibilidad de llevar una contabilidad sencilla compuesta por un libro de ingresos (ventas) y egresos (compras) rubricado por un juez de paz.

- Prohibición de aplicación de multas en las primeras fiscalizaciones tributarias, debiendo el fisco, en lugar de imponer multas, señalar las irregularidades detectadas y las medidas correctivas pertinentes.

- Posibilidad de sustituir las multas fiscales por cursos obligatorios de capacitación.

Las medidas señaladas buscan favorecer principalmente la formalización del sector. Actualmente un alto porcentaje de micro y pequeñas empresas trabajan bajo informalidad debido a las cargas y costos que demanda su ingreso al mercado formal. Esto impide su vínculo con grandes empresas y su acceso a mercados del exterior.

Desafíos

La promulgación de la ley de Mipymes y su reglamento constituyen un paso importante hacia el combate contra el desempleo y desarrollo económico del país, al otorgar el marco regulador adecuado para promover la creación, desarrollo y expansión de Mipymes.

Con la herramienta en mano, el desafío principal será que el Estado junto con el sector privado, avancen en un modelo de gestión dinámico en el futuro. El desarrollo y expansión de las Mipymes es de fundamental importancia para el país dada su capacidad de generar riquezas y empleos con una baja inversión, con la consecuente dinamización y democratización de nuestra economía.

Artículo de Aníbal Pangrazio, asociado senior de FERRERE Paraguay.