Por Carla Arellano (carellano@ferrere.com)

La importancia del trabajo de la mujer en el negocio familiar se remota a la propia existencia de la empresa de familia. Sin lugar a dudas su rol siempre ha sido destacado, aunque no siempre justamente valorado. Hoy en día el trabajo de la mujer en la empresa no sólo se reconoce sino que en ocasiones pasa a ocupar un primer plano.

Ellas contribuyen al fortalecimiento de la empresa y de la familia

Las diferencias de género imperantes en la sociedad se han trasladado, como no podía ser de otra forma, a la empresa familiar. Durante años, el trabajo de muchas mujeres se ha visto como secundario dentro de la empresa, pasando sus responsabilidades a ubicarse en el entorno de la familia. No obstante, las diversas labores de educación de los hijos y de mantenimiento doméstico del hogar, que durante muchos años en régimen de exclusividad desempeñaron las mujeres, han contribuido al fortalecimiento de la empresa de la familia.

Este aporte en ocasiones invisible pero vital, se traduce en hechos como la educación de los futuros líderes de la empresa, el fomento continuo de la armonía y equilibrio emocional de la familia, la transmisión de valores, la planificación constante de reuniones multi-generaciones, la inserción y reconocimiento de la familia en ámbitos sociales, el apoyo incondicional al padre de la familia a cargo de gerenciar la empresa.

No solo se destaca la contribución de la mujer a la empresa familiar en su rol de madre, sino también en su rol de esposa, abuela, hermana e hija. Todas, desde su posición, aportan una nota de sensibilidad y empatía hacia las necesidades personales de cada integrante de la familia y hacia la supervivencia de la empresa, digna de reconocimiento.

Ellas gerencian y dirigen las empresas

Hoy las mujeres ocupan puestos gerenciales y dirigen exitosas empresas familiares, sin descuidar su rol en la familia. Su mayor participación en la gerencia y propiedad de la empresa ha contribuido de forma positiva en la empresa familiar.

Un ejemplo de esta contribución está dado por la mayor comunicación entre la empresa y la familia. En los ámbitos familiares, como lo son los Consejos de Familia, es habitual que las mujeres fomenten la transmisión de información de la empresa al resto de los familiares, socializando así la toma de decisiones y logrando una mayor adhesión de los más jóvenes al negocio. La familia pasa a conocer y opinar sobre las finanzas de la empresa, proyectos, nuevas líneas de negocios, etc.

También es digno de mencionar su aporte al descubrimiento y desarrollo de las fortalezas. El mayor conocimiento del negocio le permite a la mujer detectar y formar a los futuros sucesores en los distintos cargos en la empresa, entre los que con amplio criterio y sin diferencias incluye a todos los miembros de la familia.

En suma, la mayor participación de la mujer en la alta gerencia del negocio se traduce en un mayor fortalecimiento de la empresa familiar.