El pasado martes la Cámara de Senadores aprobó un proyecto de ley relativo al acceso de medicamentos por parte de personas con discapacidad visual, luego de que este fuera aprobado por la Comisión de Salud de esta cámara por unanimidad. Resta ahora la aprobación de la Cámara de Representantes.

En el proyecto original presentado por el senador Javier García en 2015 se establecía principalmente que los medicamentos autorizados por el Ministerio de Salud Pública debían contar con el sistema Braille en su envoltorio, embalaje o caja que brinde información esencial sobre el mismo. Indicaba además que debían los laboratorios suministrar a las farmacias un prospecto escrito en Braille de cada medicamento para que esté a disposición del usuario y que estaría prohibida la comercialización en caso de que no tenga el rotulado o se encuentre deteriorado.

El proyecto fue analizado por técnicos del Plan Ceibal que trabajaban en un sistema de acceso de los niños con discapacidad visual a las computadoras, la Unión Nacional de Ciegos (UNCU), ingenieros de Facultad de Ingeniería, la Asociación de Laboratorios Nacionales y la Cámara de Especialidades Farmacéuticas y Afines. Todos los consultados coincidieron que sería una alternativa adecuada utilizar sistemas de tecnología en lugar del sistema Braille, sobre todo porque el acceso a la tecnología como celulares es mayor y es superior la viabilidad de implementar un sistema por medio de la tecnología. Entre las propuestas que surgieron, se destacó el uso del código QR y del código de barras.

En base a lo anterior, la comisión elaboró el proyecto sustitutivo recientemente aprobado, exigiendo que los medicamentos cuenten en lugar de sistema Braille en su envase, envoltorio o embalaje con un “sistema de lectura para personas con discapacidad visual u otro dispositivo”.

Asimismo, la información a brindar en el proyecto original era la denominación del principio activo, nombre comercial y fecha de vencimiento. El proyecto sancionado mantuvo denominación del principio activo y nombre comercial y agregó la dosificación. Además, eliminó la exigencia de la fecha de vencimiento y el requisito de las farmacias de contar con un prospecto en sistema Braille.

En cualquier caso el proyecto sancionado otorga a los laboratorios un plazo de 18 meses para su adaptación.

Artículo de Mathías Rojas.