Alberto Varela, quien asesoró a los abogados de Casal en el litigio con la DGI, se ha dedicado a investigar cuál era el porcentaje de los juicios que resultaban desfavorables para la DGI, luego que el estudio del que es socio presentara porcentajes de éxito curiosos: en el 98% de los juicios contra la DGI, los representados por Ferrere ganaban. Fue entonces que en 2007 resolvió investigar si el éxito era una virtud exclusiva de su estudio o respondía a la norma.

Varela relevó todas las sentencias entre 2007 y 2010 en las que el TCA se expidió sobre las cuestiones de fondo en los litigios de contribuyentes contra la DGI. En el 72% de los casos resueltos en esos tres años, el TCA resolvió que la razón estaba del lado del contribuyente. Si se tiene en cuenta solo el año 2010, ese porcentaje asciende al 77%. El abogado aclara que el estudio se realizó “solo sobre las sentencias que se respaldan en cuestiones de fondo”.

Para Varela, las diferencias entre lo que los contribuyentes creen que deben pagar y lo que les exige la DGI se debe a dos razones. “Tenemos un sistema tributario intrincado, confuso, pasible de mala interpretación. Y a su vez, hay una especie de prejuicio en el fisco de que toda inspección tiene que terminar con un adeudo; esa es una ley no escrita que anda por ahí”, asegura el abogado tributarista.

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